
"Exponiendo sus premisas de libertad e igualdad, el más importante filósofo británico del siglo XIX —John Stuart Mill— es abordado por el español Gerardo López Sastre en la nueva entrega de la colección Descubrir la filosofía.
Utilitarista per sé y, sobre todo, teórico de una folosofía moral y ética que reposa sobre los ideales de fraternidad, libertad e igualdad deseables, el británico John Stuart Mill fue (y sigue siendo) la figura más importante del estudio del pensamiento del Reino Unido decimonónico y ello, también gracias a su particular visión del utilitarismo que bien le valió su consagración en la historia del pensamiento y, a la vez, su condena al juicio de muchos que lo tildaron de egoísta e individualista.
Ello, por un abordaje basado en en la evaluación racional de las consecuencias placenteras y/o dolorosas de las acciones humanas, involucrando valores éticos y morales e, inclusive, conceptos religiosos y psicológicos que, por ello sacaron a su utilitarismo de la idea de simple aprovechamiento de las circusntancias para alcanzar el beneficio propio.
Así las cosas, la de John Stuart Mill fue una teoría aliada de la búsqueda de la felicidad humana —o, al menos, de la mayor parte de la sociedad— a partir del placer personal, “es decir, una acción será moralmente buena cuando proporcione el mayor placer al mayor número de personas implicadas”, explica el filosófo español Gerardo López Sastre en John Stuart Mill, el utilitarismo que cambiaría el mundo, tomo número 36 de la colección Descubrir la filosofía.
Optimismo que sigue vigente
John Stuart Mill nació en 1806 en Londres, en el seno de un hogar intelectual. Su padre; James Mill, también dedicó su vida al desarrollo del pensamiento siendo, inclusive, compañero de tertulias y disertaciones con su coterráneo Jeremy Bentham —pionero de la filosofía utilitarista— y con quien Mill (padre) sentó las bases de una reforma democrática y racionalista de las instituciones británicas del siglo XIX.
De ahí, la influencia de Bentham en la vida y obra del joven James; influencia que no siempre fue vilipendiada por el novel utilitarista, quien no dudó en oponerse a las definiciones teóricas de su mentor e inclusive, de su propio padre. “Podríamos resumir el contraste de esta forma tajante: si Bentham y James Mill deseaban la democracia como medio de minimizar la posibilidad de opresión, John Stuart Mill la quería para maximizar la responsabilidad de las personas. La idea anterior, la de la democracia como protección, partía de una visión
de la naturaleza humana que subrayaba el egoísmo, la competitividad y no planteaba la posibilidad de que pudiera transformarse. Por el contrario, Mill sí concibe la idea de que la humanidad puede mejorar y que el sistema democrático es uno de los medios de alcanzar esta mejora”, explica López Sastre.
Ello refleja a un John Stuart Mill optimista, empoderador y por ende, vigente, gracias a sus ideales liberales y con tinte socialista (concebidos por algunos como políticas sociales mientras, por otros, considerados reformismos radicales) que aún hoy nos ayudan a entender las complejas y atribuladas sociedades del siglo XXI.
Empoderamiento femenino
En una avanzada más activa que motivacional, vale la pena destacar los aportes de John Stuart Mill en la aplicación de la teoría utilitaria en la defensa de la igualdad de derechos políticos y sociales de las mujeres; para él, la diferencia de sexos no debería interferir a la hora de tener, o no, el derecho al voto; esta distinción entre hombre y mujer era un rasgo físico más, según Mill, y que, como sucede con la estatura o el color del pelo, resulta innecesaria cuando de garantizar los derechos y las libertades personales se trata.
Tal fue su compromiso feminista —a la cual se dedicó desde sus veinte años, luego de padecer una tremenda depresión que lo alejó del utilitarismo y que lo unió a la misma causa de la también filósofa Harriet Taylor Mill, con quien 21 años más tarde contraería nupcias— que dedicó una de sus mayores obras, La sujeción de las mujeres, a la imperiosa necesidad de garantizarles a ellas el acceso a la educación, el trabajo y, por ende, al sufragio.
Inclusive, Mill firmó bajo su nombre diferentes obras feministas de su compañera de vida , en aras de garantizarles mayor eco a sus propuestas que les abrirían espacios de participación e inclusive de defensa personal; por ejemplo, en The enfrashisement of women (1851), Harriet también interpeló por la igualdad en los tribunales, planteando que eran los hombres quienes debían responder, ante la ley, por los casos de violencia doméstica.
“En La sujeción de las mujeres, Mill destacará que: ‘La petición de las mujeres de recibir una educación que comprenda las mismas ramas del saber y tan sólidacomo la de los hombres adquiere cada vez más intensidad y cada vez tiene más probabilidad de éxito; y la
demanda para su admisión en profesiones y ocupaciones que hasta ahora les estaban cerradas se hace cada año más apremiante’. Luego, admitiendo lo importante que es poder votar, Mill podía pensar que sus medidas servían de estímulo a otras reivindicaciones de las mujeres”, puntualiza Gerardo López Sastre.
John Stuart Mill, el utilitarismo que cambiaría el mundo, tomo número 36 de la colección Descubrir la filosofía, que llegará, con EL TIEMPO, a un precio de 29.900 pesos y con nuevos filósofos: Chomsky, Pascal, Habermas, Plotino, Russell, Erasmo, Gramsci y Allthusser, Berkeley, Weber, Diderot, Adorno, Rawls, Husserl, y Gadamer, Bergson, Rorty y Lévinas; todos, increíbles pensadores que cambiaron la historia. Los interesados en adquirir la colección completa podrán hacerlo a través de tienda.eltiempo.com/filosofia o llamando en Bogotá al 4 26 6000, opción 3, y en la línea nacional gratuita 01 8000 110 990."