
"Hush, la obra del escritor Jeph Loeb y el ilustrador Jim Lee que inaugura la Colección de novelas gráficas DC, se arriesgó a mostrar un enfrentamiento de Batman y Superman y a recorrer los callejones de Ciudad Gótica al tiempo que hila una historia de misterio que pone a prueba las habilidades de Batman como el detective más astuto del mundo.
Ahora que se publica el segundo tomo, que cierra la novela, vale la pena examinar cómo Loeb y Lee hacen todo esto mientras hilan una sucesión de encuentros con la galería de villanos de Batman en un relato que ha llegado a ser uno de los más polarizantes en la historia reciente del hombre murciélago.
Lee puso en esta historia todo su talento como storyteller visual. Escenas con un claro motivo esconden en el fondo hechos que serán determinantes algunas paginas después, y, cuando la historia se sumerge –lo hace a menudo– en flashbacks a la niñez o la juventud de Bruce Wayne, lo hace mediante páginas dibujadas en acuarela que fueron creadas por él mismo.
Es un cambio estilístico comparable, si bien enteramente distinto en lo técnico, a los interludios de The Tales of the Black Freighter en Watchmen.
Pero es claro que ese despliegue visual no es exclusivamente un logro de Lee. Por supuesto que son sus dibujos, en un nivel poco menos que inmortal, pero mucho de su brillo y de su vida lo ponen la tinta de Scott Williams y los colores de Alex Sinclair. El resultado es una colección de las viñetas más dinámicas en el medio.
Entonces, ¿de dónde viene la controversia?
Bueno, por un lado es, de lejos, la obra más fácil de spoilear en décadas de cómics del héroe enmascarado.
La representación de géneros y razas se quedó, qué duda cabe, décadas atrás, y los giros, en especial el principal, resultan un blanco tan fácil para los espectadores más sofisticados que de hecho fue alterado en la por lo demás bastante satisfactoria adaptación animada de esta historia. La construcción del villano es cuestionable como recurso pero, eventualmente, funciona.
Nada de esto desluce el brillo de una historia que en 12 números ofreció a los espectadores un misterio que atrapa de comienzo a fin.
Incluso si usted ya conoce la historia, o si adivina su final, como lo hicimos muchos, persiste una innegable emoción por los arcos de los personajes y una satisfacción al ver cómo todas las piezas caen en su lugar.
A casi 20 años de su lanzamiento, Hush mantiene el carácter de ‘lectura obligada’ que sumerge al lector en la intimidad de los personajes y resulta a la vez familiar y novedosa.
Tanto para su época como para la nuestra, Batman: Hush es un modelo digno de imitación, una referencia y una obra que nunca termina de decir lo que va a decir, así no a todos les guste lo que tiene que decir.
¿Y qué, si no eso, es la definición de ‘clásico’?"