
"No fueron el arraigo geográfico ni el poder militar; “tan griegos eran los habitantes de la antigua Atenas como los de Mileto, en Asia Menor, como los ciudadanos de Reggio, en el sur de la península itálica, o como los de Emporion en la península ibérica”, comienza el segundo tomo de la colección Grandes Temas de la Historia.
De este modo, el libro La Antigua Grecia. La cuna de la civilización, que circulará el próximo jueves con EL TIEMPO, propone el concepto de ‘grecidad’ (pertenencia a esta cultura) a partir de la comunidad cultural basada en la lengua y no en el territorio ni la religión. Y por ello se destacan el dominio de las técnicas de navegación y el comercio marítimo, la talasocracia, como uno de los mitos fundacionales de la cultura minoica que se desarrolló entre los siglos XXX y XV a. C. en torno al mar Egeo.
Tras un período prolífico debido a la consolidación de una economía y una sociedad complejas (desarrollaron una escritura avanzada, sistemas administrativos y grandes obras artísticas), los minoicos conservan un capítulo importante en la historia, gracias a sus construcciones palaciegas dentro de las cuales resalta el mítico palacio de Knossos, que dio origen a la leyenda del Minotauro y a la vez sentó las bases del concepto de la polis griega entendida como la ciudad Estado en la que el poder está en la plaza pública (o ágora), en el pueblo del exterior de las cuatro paredes del palacio real.
Efervescencia griega
Más allá de darles voz y voto a los ciudadanos, la polis fue el germen de la exuberancia creativa helénica; de ahí que esta segunda entrega de la colección Grandes temas de la historia destaque a la Atenas de Pericles (siglo V a. C.) como el epicentro democrático y cultural de la Antigüedad gracias al desarrollo de las Olimpíadas, la filosofía, la tragedia y obras literarias como Ilíada y Odisea, de Homero.
“Esquilo, Sófocles y Eurípides, que eligen los tonos épicos de la tragedia para hablar del destino humano y celebrar la grandeza de las ciudades Estado helénicas; y Aristófanes (…) utilizan un lenguaje más coloquial para convertirse en la voz crítica de la polis con sus comedias”, relata La Grecia Antigua, que subraya el rol de dicho género teatral en una de las grandes mentes de la humanidad (que también floreció en este período), como fue Asistóteles, quien “en su Poética hace un primer estudio crítico de la tragedia que influye a los teóricos de las artes occidentales durante siglos”, añade el libro."